Uno de los problemas de los intolerantes a la lactosa es que no pueden hacer muchos de sus postres favoritos debido a que llevan mantequilla. Hojaldres, galletitas caseras o deliciosos bizcochos llevan en sus recetas mantequilla y, si bien en algunos casos se puede sustituir, para otros es absolutamente imprescindible.
Pero, por suerte, desde hace algún tiempo ya es posible encontrar en el supermercado mantequilla sin lactosa, con el mismo sabor de siempre, pero sin el problema que este azúcar supone para la digestión de las personas con intolerancia. Esta mantequilla se utiliza en las mismas dosis que la normal y no hay que llevar a cabo ninguna adaptación.
Vamos a ver un ejemplo con una receta muy sencilla que es todo un clásico: los yoyos. Estas galletas con relleno son deliciosas y muy fáciles de hacer, pero tienen a la mantequilla como uno de sus ingredientes más importantes y que no se puede sustituir.
Ingredientes para las galletas: ½ taza de harina, ½ taza de fécula de maíz (marca comercial maicena), ½ taza de azúcar glas, 180 gramos de mantequilla sin lactosa, una cucharada de levadura y vainilla (esencia)
Preparación de las galletas: Se mezcla la mantequilla sin lactosa con la vainilla y el azúcar y se bate para que quede cremosa la mezcla. Se añaden las harinas con la levadura y se bate de nuevo con la batidora para postres. El resultado será una masa que resultará fácil de manejar. Se hacen con ellas bolas y se colocan sobre una bandeja cubierta con papel de cocina. A continuación, se aplastan suavemente las bolas para que queden más aplanadas. Se hornean según las propiedades del horno, aproximadamente a 160 grados hasta que se vea que las galletas tienen un buen color, aproximadamente veinte minutos. Cuando estén listas se reservan.
Ingredientes para el relleno: ½ taza de azúcar glas, dos cucharadas de fécula de maíz, 60 gramos de mantequilla sin lactosa y un poco de vainilla.
Preparación del relleno: Se mezclan todos los ingredientes con la batidora para postres y se usa la mezcla para unir las galletas dos a dos dándoles así la característica forma de yoyo. Una receta fácil, deliciosa y que gracias a la mantequilla sin lactosa podrá disfrutar toda la familia, incluso los que no pueden digerir ese azúcar de la leche por no producir si intestino suficiente lactasa.