El otro día fui al supermercado y ya estaba decorado con temas de Halloween… junto al turrón de chocolate. A nadie le sorprende esto: acaba el verano y se ‘inicia’ la campaña navideña, al menos con la alimentación. A los que no nos gusta improvisar no nos viene mal que nos recuerden lo que viene por delante porque, sin duda, esta Navidad no va a ser como la anterior, que mejor no recordaremos.
Aunque seguro que se mantienen algunas restricciones, la mayoría se reunirá con sus seres queridos, porque en algunos casos todavía hay familiares que llevan sin verse, entre unas cosas y otras, desde el inicio de la pandemia. Y se prevén comilonas considerables, así que hay que estar preparado. A mí no me va a pillar el toro este año con las compras.
Ya he estado mirando para adquirir productos clásicos que quiero tener a mano y que no hace falta comprarlos el último día. Quiero Comprar quesos suizos, también paté y caviar. Por supuesto, lo bueno de comprar alimentos por internet es que siempre van a ser un poco más baratos que si los compramos en tiendas, al menos si sabemos buscarlos correctamente.
Aunque a no todo el mundo le parece bien esto de comprar comida por internet. El otro día hablé con un familiar al que espero ver en las fiestas y surgió el tema de las cenas de Nochebuena y demás. Yo le comenté que llevo ya unos años comprando bastantes cosas por internet y le pareció algo inaudito. Me dijo que así se perdía el placer de ir a una tienda. Y me dio que pensar.
Por ejemplo, cuando voy a Comprar quesos suizos por internet, desde luego que no los puedo oler: las tecnológicas todavía no han logrado ese avance… Y es cierto que el placer de entrar en una tienda especializada en queso no se puede igualar, con todos esos aromas estimulando nuestro paladar. Pero bueno, una cosa no quita la otra, ¿no? Se pueden comprar alimentos por internet para ahorrar y evitar muchedumbres en lo peor de las pre fiestas y también ir a oler los quesos a la tienda física.