El respeto por el medio ambiente está también en los pequeños detalles. Por ejemplo, en los cordones que usamos en nuestro calzado, en nuestras mochilas o anoraks. Los cordones tradicionales están realizados en fibras sintéticas, esto es, elaboradas con derivados del petróleo. No solo son contaminantes en su fabricación, sino que tardan mucho en desaparecer una vez que nos deshacemos del objeto. Por eso, no son la mejor opción para nuestro medio ambiente.
Entre las alternativas que podemos encontrar en lo que se refiere a cordones respetuosos con el medio ambiente, nos encontramos los que están fabricados en algodón. Al ser de una fibra natural, son muy ecológicos y además se degradan relativamente rápido y sin dejar residuos.
Los cordones de algodón son la mejor alternativa cuando hablamos de zapato deportivo o de prendas de ropa que están pensadas para durar mucho tiempo. Son resistentes y además, si entran en contacto con el cuerpo o incluso si lo rozan, no son agresivos con la piel.
Sin embargo, los cordones se utilizan también para otras cosas que no tienen que ver con la industria textil o de calzado. Por ejemplo, utilizamos cordón para atar globos en cumpleaños o para envolver bandejas de pasteles o paquetes de regalo. Estos cordones tienen un uso muy efímero, ya que cuando el globo rompe o se abre el regalo, este se tira a la basura.
Un cordón de algodón es demasiado caro y tiene un periodo para desaparecer demasiado largo en referencia a su uso. En estos casos lo óptimo es contactar con un distribuidor de Cordón biodegradable y conseguir este tipo de cordón que se deshace de manera muy rápida.
Los cordones biodegradables están realizados en papel prensado. Este papel es resistente y soporta perfectamente los usos cortos para los que está pensado. Pero incluso hay cordones de este tipo mucho más resistentes que pueden utilizarse para calzado y otros fines. Son cordones de una mayor calidad, pero totalmente ecológicos, lo que los hace muy atractivos y los más deseables en productos con etiquetas verdes.
La ventaja es que se deshacen rápidamente y no dejan residuos en la naturaleza, pero, mejor todavía, pueden dejarse en el contenedor adecuado y reciclarse para que puedan volver a tener una nueva vida útil. Gracias a estos cordones podemos disfrutar de actividades de ocio o de decoración sin que esto suponga un problema para el entorno.