Aislamientos

¿Qué es el poliuretano proyectado y para qué sirve?

El poliuretano proyectado se define como un material plástico inerte, impermeable y de escasa conductividad, resultado de la unión entre el poliol y el isocianato. Por sus propiedades, es un producto ampliamente utilizado en el aislamiento térmico y acústico de edificaciones. De ahí que, en el contexto de una reforma o proyecto constructivo, sea común el uso de aislamiento poliuretano proyectado A Coruña.

Este material plástico descubierto por el alemán Otto Bayer se comercializa en aerosoles con o sin pistola de aplicación, listo para ser utilizado directamente en la zona de aplicación.

Al contacto con el aire, el poliuretano proyectado se expande y solidifica rápidamente, sin deformar ni alterar aquellos materiales con los que permanece en contacto. En rincones y recovecos inaccesibles, este compuesto proporciona un aislamiento eficaz en cuestión de minutos, con una durabilidad de diez a veinte años, nada menos. 

Esta espuma aislante combate la formación de humedades, una amenaza constante en viviendas de climas fríos y lluviosos. Y es que el poliuretano proyectado no absorbe líquidos; tampoco es tolerante con el paso de la condensación, siendo un recurso idóneo para decir adiós a las goteras y las ventanas empañadas.

Otra de las utilidades del poliuretano proyectado se deriva de su escasa conductividad térmica. Permite aislar térmica y acústicamente cualquier superficie con un menor espesor de material que otros productos. Su coeficiente de conductividad térmica figura entre los más bajos del mercado.

Gracias a su capacidad aislante, este material plástico contribuye a insonorizar inmuebles. Neutraliza una parte de la contaminación sonora (tráfico rodado, obras, etcétera), evitando que ‘rompe’ el silencio en interiores, al tiempo que amortigua los sonidos generados dentro del edificio en su escape hacia el exterior.

Además, determinadas clases de poliuretano proyectado poseen cualidades ignífugas, esto es, soportan altísimas temperaturas sin incendiarse, ni propagar fuegos existentes.