La odontología es una de las profesiones que arrastra mayor número de mitos y medias verdades. De las más arraigadas es la creencia de que acudir al dentista santiago de compostela y de otros municipios es sinónimo de experimentar dolor y sufrimiento, de pasar un mal rato, en definitiva. Nada más lejos de la realidad. Las modernas técnicas de sedación y el instrumental hoy disponible hacen posible la práctica indolora de intervenciones dentales como la cirugía de implantes o la extracción de muelas de juicio.

 

Otro de los bulos más extendidos sugiere que el blanqueamiento dental, por tratarse de una intervención menor, pueden realizarse en el propio domicilio, sin necedad de visitar al dentista. La disponibilidad de blanqueadores de venta libre tampoco ayuda a disuadir a los interesados. La realidad es que sólo los expertos en salud bucodental pueden configurar y aplicar un tratamiento eficaz para blanquear los dientes, sin ocasionar daños a las encías ni otros efectos adversos.

 

Por otra parte, ¿realmente es necesario acudir al dentista si no se experimentan dolor ni molestias? Que la mayoría de los usuarios responda en sentido negativo demuestra un desconocimiento general en materia de salud dental. El sangrado, el dolor y otras manifestaciones físicas son el resultado de caries e infecciones que se han desarrollado previamente. Tratar estos problemas en sus etapas finales no es lo más inteligente. De ahí que los especialistas en odontología recomienden revisarse la dentadura al menos una vez al año e incluso cada 6 meses.

 

De esta forma, el dentista estará a tiempo de diagnosticar y corregir una complicación dental que, a medio y largo plazo, se hubiera convertido en un serio problema. Lo dicho respecto a la sensación de dolor es aplicable a la aparición de sangre en las encías, síntoma que muchos consideran ‘normal’, pese a ser una luz roja que no deberían desoír.