A todos los que trabajamos en hostelería nos gustaría que los clientes llegasen a nosotros exclusivamente por la calidad de nuestros platos, pero sabemos que la realidad es otra. Hay que saber vender el producto, hay que saber darse a conocer. Por muy bien que cocines, por muy adecuado que sea tu menú, por muy inventivo que seas entre fogones, si no logras persuadir al cliente para que acuda al local por vez primera, no te conocerá. Y es ahí donde entra el marketing, una faceta también clave para la hostelería, aunque al principio me costó reconocerlo.
Nosotros lo hemos notado de forma considerable desde que nos apoyamos en una agencia especializada que se encargó de diseñar Material publicitario hosteleria. Porque nosotros ya teníamos nuestro menú, pero ellos lo rediseñaron, para acercarlo al cliente. Algo tan aparentemente intrascendente como ofrecer una nueva tipografía en las hojas del menú puede marcar la pauta. Pero, por supuesto, la labor de la agencia fue algo más que la tipografía.
Cambió todo el diseño de nuestra imagen adaptándola a las reformas que ya habíamos hecho en el local. Partiendo de ello y de los colores asociados a nuestra imagen anterior, rediseñó el logo y todos los elementos de nuestra imagen, hasta dar con un menú completamente cambiado a nivel estético. Es decir, la comida era la misma, los nombres eran los mismos, pero se ofrecían en un nuevo contexto, en Material publicitario hostelería específicamente diseñado para persuadir a nuestros clientes.
Y vaya si notamos el cambio. Para empezar, un nuevo tipo de cliente empezó a frecuentar el local, más joven y “moderno”, más habituado a las redes sociales donde también hicimos un desembarco exitoso. Y todo ello nos fue abriendo hacia nuevo target que contribuyó a hacer crecer nuestra propuesta. Pero todo ello sin cambiar un ápice nuestra apuesta gastronómica. Lo que había cambiado era el continente y no el contenido. Y aunque nos costó aceptarlo, se demostró que, efectivamente, no estábamos “comunicando” bien nuestro proyecto. Porque solo llegando al cliente puedes convencerle de que tu comida merece una oportunidad.