Las asociaciones de vecinos cumplen una importante labor a nivel de barrio. No solo son el altavoz a través del cual los moradores del mismo pueden exponer sus problemas y peticiones al ayuntamiento, también ofrecen servicios que disfrutan muchos de los vecinos, como clases de manualidades o actividades infantiles. Además, en muchos casos cuentan con cafetería o local social que es un importante punto de reunión para todos los habitantes de barrio y donde se celebran todo tipo de reuniones.
En muchos casos, las asociaciones de vecinos también realizan actividades de tipo cultural y recreativo, como las excursiones para visitar lugares cercanos a las que pueden acudir todos los socios. El importe de estas excursiones es muy reducido para los que pagan la cuota, de manera que no supongan un problema económico. Incluso hay asociaciones que planean viajes más largos y de varios días, siempre consiguiendo los mejores precios para sus socios.
Las excursiones de las asociaciones de vecinos pueden ser de tan solo unas horas y sirven para confraternizar y descubrir lugares cercanos que no suelen visitarse de otro modo. Por ejemplo, una excursión para ver las bateas de los mejillones en la ría de Vigo y disfrutar de una degustación. Organizar una excursión de este tipo es muy sencillo y suelen tener un gran éxito.
El primer paso es hablar con la naviera mar de ons para saber qué precio podría hacer para alquilar un barco completo para una excursión de este tipo. Y también el número de plazas que tendrían disponibles. Lo habitual es que se haga un precio especial cuando se alquilan todas las plazas del barco.
La asociación suele costear parte de la excursión con el dinero que tiene procedente de cuotas y también de subvenciones. La otra parte la pagarían aquellos que se anotan para viajar. Los no socios deberían de pagar el importe completo de la plaza.
Sabiendo el número de plazas y también el precio, se puede enviar la información a todos los socios y también colocar algunos carteles informativos en tiendas y en lugares frecuentados del barrio. Siempre dando un plazo razonable para que la gente se anote y pague la excursión.
El día pactado se puede quedar directamente en el lugar en el que se va a coger el barco y disfrutar de una media jornada muy agradable con vecinos y amigos.