El útero es un órgano hueco formado por músculos en el cual se aloja el óvulo una vez fecundado y se desarrolla dando lugar al feto. El cuello uterino es el canal que comunica el útero con la vagina. Se conoce también como cérvix y por ahí es por donde sale la menstruación cada mes. Mide aproximadamente 2,5 cm de diámetro, llegando a medir 10 en la dilatación que se produce durante el parto para permitir el paso del bebé. Por el cérvix también pasan los espermatozoides camino a los ovarios para tratar de fecundar al óvulo.
En esta zona se pueden dar muchos y muy variados problemas. Uno de los más comunes son las cervicitis, inflamaciones en la zona del cuello del útero que suelen estar causadas por candidiasis y otras infecciones, como la tricomonas.
Los tumores benignos son también frecuentes, sobre todo en el cérvix aunque pueden estar en otras zonas. Pequeños pólipos que en muchos casos no tienen riesgo de degenerar en un tumor maligno y que se pueden tratar fácilmente. Incluso se producen algunas intervenciones a través de la vagina, evitando tener que realizar cortes.
Las neoplasias son tumores que aunque no son malignos pueden convertirse en malignos fácilmente. Se asocian al virus del papiloma humano. Aparecen no solo en el cérvix sino también en el endometrio que es la mucosa que recubre el interior del útero.
La endometritis es una inflamación del endometrio que puede alcanzar también al cuello uterino. Es muy frecuente después del parto pero no lo es fuera de este caso.Relacionada igualmente con el endometrio está la endometriosis, que consiste en el anormal crecimiento del tejido endometrial fuera del útero, pudiendo llegar incluso a otros órganos aunque no es lo más frecuente. Su gravedad dependerá de su grado de desarrollo y su principal característica es que es una patología muy dolorosa y que reduce bastante las posibilidades de quedarse embarazada.
Para finalizar esta lista de las patologías más frecuentes vamos a hacer mención al cáncer de útero y al cáncer de cérvix, los problemas más graves con los que se puede enfrentar una mujer en esta zona. Actualmente se ha avanzado bastante en su tratamiento e incluso hay mujeres que logran tener un hijo tras haber superado un cáncer de este tipo.
Para frenar a tiempo el cáncer y para conseguir los mejores pronósticos en cualquiera de las patologías que se han nombrado, las revisiones ginecológicas son fundamentales ya que la prevención y el rápido diagnóstico siguen siendo las mejores armas.