Cuando se tiene un piso sin habitar cerca de un área universitaria o de centros en los que se imparten los ciclos superiores más solicitados, es normal pensar en alquilarlos para conseguir un rendimiento de estos. El alquiler a estudiantes tiene su lado positivo, pero también tiene sus riesgos.
Entre lo positivo está que el estudiante suele querer el piso solo por nueve meses, el año escolar, por lo que recuperarlo es fácil si realmente nos hace falta. En el lado negativo está la mala fama que este colectivo tiene por sus fiestas y sus problemas de convivencia con los vecinos, una fama que no siempre es merecida pero que está presente a la hora de alquilar.
Para evitar estos problemas, algunos ponen los pisos en manos de empresas especializadas que no solo buscan inquilinos, sino que también se encargan del cobro de los recibos y de solucionar los problemas que pueda haber. Aunque las ganancias son inferiores, lo cierto es que también se evitan quebraderos de cabeza.
Pero para conseguir buenos inquilinos es importante ofrecer un buen producto. Es sabido que los estudiantes de cursos superiores son los menos problemáticos porque están más concentrados en acabar sus estudios, pero también son más exigentes a la hora de escoger piso, por eso es muy importante decorar de forma bonita y atractiva el apartamento que se les ofrece.
Las habitaciones deben de tener una cama amplia y cómoda con un colchón y un metálico en buen estado. Es recomendable colocar fundas nuevas al colchón cada año para dar una mayor apariencia de limpieza. En las ventanas se pueden colgar Estores juveniles personalizados a medida que le darán a la estancia una apariencia mucho más moderna y actual. No hay que recargar la habitación, pero sí debe de tener todo lo necesario para que la persona esté cómoda, por lo que deberá de contar con armario, mesilla y un escritorio de buen tamaño. Algunos elementos decorativos como lámparas y cuadros pueden ayudar a que todo se vea mucho más acogedor.
El apartamento debe de contar con salón comedor amueblado para que todos los inquilinos puedan estar cómodos y tener un lugar para sentarse a comer o a ver la televisión. Los muebles deben de ser nuevos y actuales. El sofá puede protegerse con una funda para alargar su vida, pero hay que evitar muebles de reciclaje. Detalles como las cortinas o cojines a juego no deben de faltar para que se convierta en un apartamento deseable y atractivo.