Bonos

Relajarse 

2020 nos ha enseñado a encontrar otros caminos para disfrutar de nuestro tiempo de ocio. Con la mayoría de actividades sufriendo más o menos restricciones nos hemos visto obligados a agudizar el ingenio para que el aburrimiento y el encierro no acabase con muchos de nosotros. Lo que más me afectó a mí fue la dificultad para viajar ya que siempre ha sido mi principal hobby. Algún amigo me suele decir que parece que solo trabajo para poder viajar y puede que tenga razón. Pero durante todo este tiempo ha sido casi imposible viajar.

Es cierto que lo que más se ha restringido son los viajes en coche y que con lo de los aviones, sobre todo últimamente, no había tanto problema, pero nunca se sabe cómo pueden estar las cosas en el destino y la verdad es que no estoy muy seguro de si merece la pena viajar en estas circunstancias. Así que toca mirar hacia lo que tenemos más cerca. Y como debía ser que en el trabajo me veían muy deprimido y tenemos bastante confianza me han dado una Tarjeta regalo talaso Valencia. Y he descubierto nuevas formas de relajarme.

Y es que creo que ha sido un poco por altivez que nunca he mirado mucho lo que tengo más cerca. Como está a la vuelta de la esquina siempre lo dejas para otra ocasión. Pues bien, la ocasión ha llegado. Y tampoco le había dado mucha bola hasta ahora a lo de los spas o los centros de talasoterapia. Lo veía un poco solo para gente un poco ‘más mayor’ o para parejas. Pero he descubierto que la talasoterapia no tiene edad, como se suele decir.

He aprovechado bien la Tarjeta regalo talaso Valencia y me he pasado una jornada súper relajante que me ha servido para recordar lo que era desconectar. Porque creo que lo que más hemos echado de menos este año maldito ha sido desconectar. Muchos hemos estado ‘conectados’ continuamente a las malas noticias, al miedo y a la incertidumbre y al final nos ha pasado factura. Pero no llueve eternamente y supongo que 2021 será un poco mejor.