¡Cuánto queremos a los hijos! A menudo los queremos incluso antes de que sean una realidad. Ya sentimos algo cuando planeamos su existencia y comenzamos a cuidarnos y preparar el cuerpo para que sea el lugar ideal para su crecimiento. Por eso, muchas mujeres se hacen un seguro médico ya antes de quedarse embarazadas. De este modo pueden hacerse las pruebas y comprobar que todo está bien mientras se produce el tiempo de carencia para que el embarazo quede cubierto por el seguro.
Una vez que el bebé nace, se solicita una Oferta de seguro médico para bebés para que el pequeño esté cubierto desde el momento mismo en que hace su aparición en este mundo. Así, cualquier problema que pueda tener será resuelto por los mejores especialistas en medicina infantil. Y nosotros, como padres, estaremos tranquilos sabiendo que el bebé crece con los mejores cuidados y consejos. Y esto es algo que no tiene precio.
Los bebés necesitan atención médica constante ya que tienen que realizarse todos los controles, ponerse las correspondientes vacunas y hay que estar al tanto para comprobar que crecen como es debido, que no tienen alergias al introducir los alimentos y que su sistema inmune los protege debidamente. Nadie quiere tener que esperar horas y horas en las urgencias de un hospital con su bebé y ya solo por no tener que hacerlo merece la pena un seguro de este tipo. No solo se evita el malestar del niño en la sala de espera, sino también que esté expuesto a multitud de virus de otros bebés enfermos y de adultos que, con frecuencia, están demasiado cerca de estas instalaciones.
Ya cuando van creciendo, estos cuidados no van a disminuir ya que además de los pequeños achaques normales, los niños pueden necesitar a mayores seguros dentales para que sus bocas se formen sin contratiempos y se puedan corregir los problemas que se identifiquen en su dentadura. Una boca sana es importante, pero no lo es menos una dentadura bonita y para que esto pueda darse en la etapa adulta sin tener que realizar carísimos tratamientos, lo mejor es cuidar los dientes desde el momento mismo en que asoman por la encía. Sí, los de leche también deben de cuidarse porque pueden causar problemas a la dentadura permanente y porque además, los buenos hábitos deben de adquirirse ya en esta etapa.