Cordones y cintas

CADA UNO SE LO TOMA DE FORMA DIFERENTE

Uno de mis amigos estuvo intentando arreglar una cortina hace ya un tiempo y para ello necesitaba una cinta fruncidora, cosa que ni sabía cómo se llamaba, y al final he de decir que la cortina le quedó muy bien. Porque si tengo que decir la verdad no daba un duro con que lo consiguiese pero más que nada porque conozco las dotes de mi amigos con los trabajos manuales y no es que sean demasiado buenas. Conozco a este amigo mío desde que éramos niños y ya hace tiempo que no le puedo ver porque se mudó con su novia a un pueblo de Huesca, por lo que me queda demasiado lejos de mi casa. Durante la pandemia hablaba con él para saber si ya se había vacunado pero no se había dado cuenta de que para vacunarse tenía que estar empadronado en el sitio donde vivía ahora y como no quiso hacerlo pues no le llamaban para vacunarse. Al final consiguió que le vacunasen en Madrid porque iba con su novia a visitar al padre de ella que vive allí, pero tardó unos cuanto meses hasta que le vacunaron. Cuando yo ya tenía las tres dosis suministradas él todavía no tenía ni una sola vacuna, porque lo siempre bromeaba con él que no podía venir a casa y que para estar conmigo necesitaba que me trajese el documento que corroboraba que se había vacunado o que de lo contrario se quedase en su casa. Él se lo tomaba de broma pero yo hablaba completamente en serio porque me he tomado esta pandemia en serio y no como otros amigos que conozco.

Uno de mis amigos me parece que se contagió dos o tres veces, pero porque no se estaba tomando la enfermedad en serio y salí por las noches como si nada hubiera pasado. Por mi parte todavía me cuesta salir por las noches como lo hacíamos antes de que la pandemia llegase a nuestras vidas y prefiero ir a casas de amigos donde por lo menos puedo asegurar que no va a haber mucha gente y que conozco a todos los asistentes.