Estores y cortinas

LA VIDA EN EL CAMPO NO ES PARA TODOS

Unos conocidos se han mudado a una aldea bastante rural no muy lejana de donde vivimos y lo primero que han hecho nada más instalarse es quitar las viejas y destrozadas persianas que además estaban muy anticuadas y las han reemplazado por unas venecianas de aluminio, que iban a durar muchos años más que las que les precedieron.

 

Menos mal que ellos tenían ya sus propios muebles, porque cuando se mudaron a esta casa, los muebles que allí había estaban para el arrastre, eran demasiado viejos y estaban muy apolillados, por lo que fue mejor tirarlos que intentar restaurarlos. Intentar restaurarlos iba a dar demasiado trabajo y mis conocidos no son mucho de hacer trabajos manuales.

 

Al final cuando colocaron sus muebles la casa les ha quedado francamente bien, a ver cuando se arrancan y nos invitan a hacer una fiesta de inauguración, para que el resto de la pandilla pueda conocerla también, yo personalmente ya la conozco pero porque pasaba por allí cerca un día y me los encontré paseando y ya me enseñaron la casa.

 

Cada vez más gente se está decidiendo a dejar la ciudad y a aventurarse a una vida más tranquila en el campo, aunque no todo el mundo consigue hacerse a esa clase de vida. En algunos pueblos incluso ofrecen dinero y trabajo a parejas que vayan a vivir a sus pueblos con sus hijos, en muchos casos para que la escuela del pueblo no desaparezca por la falta de niños escolarizados. Yo no tengo hijos pero si me entero de un pueblo cercano en el que me diesen un trabajo y una casa solo por poblar el pueblo no me lo pensaría dos veces, ya que me encanta la vida rural. Pero en esos pueblos solo quieren a parejas que tengan niños cuantos más mejor, y si es una pareja que está embarazada los acojen con los brazos abiertos ya que su futuro hijo nacerá en el pueblo y a lo mejor hace muchos años que no nace ningún niño en el pueblo. Iba a ser el niño más querido del pueblo.